domingo, 24 de noviembre de 2013

MITO DE DÉDALO

Dédalo: hijo de Eupálamo, era un arquitecto y artesano muy hábil, famoso por haber construido el laberinto de Creta. Tuvo dos hijos: Ícaro y Yápige.

Los celos del Inventor hacia su sobrino:
Dédalo estaba tan orgulloso de sus logros que no podía soportar la idea de tener un rival. Su hermana había dejado a su hijo Perdix a su cargo para que aprendiese las artes mecánicas. El muchacho era un alumno capaz y dio sorprendentes muestras de ingenio. Caminando por la playa encontró una espina de pescado. Imitándola, tomó un pedazo de hierro y lo cortó en el borde, inventando así la sierra. Unió dos trozos de hierro por un extremo con un remache y afiló los extremos opuestos, haciendo así un compás. Dédalo tenía tanta envidia de los logros de su sobrino que cuando un día estaban juntos en lo alto del templo de Atenea en la Acrópolis, aprovechó la oportunidad y lo empujó. Pero la diosa, que favorece al ingenio, le vio caer y cambió su destino transformándole en un pájaro bautizado con su nombre, la perdiz. Este pájaro no hace su nido en los árboles ni vuela alto, sino que anida en los setos y evita los lugares elevados, consciente de su caída. Por este crimen Dédalo fue juzgado y desterrado.

El lugar de donde es imposible escapar: El laberinto de Creta:
Tras matar a Perdix, es expulsado de Atenas. Llega al reino de Minos obteniendo trabajos de gran importancia (construcción de Talos, una estatua de bronce como defensa militar).
Dédalo construyó una amplia pista de baile para Ariadna  y más tarde construyó un laberinto en el que estaba encerrado el Minotauro y del que escapó Teseo gracias al consejo de usar un hilo que le dio Ariadna.
El laberinto era un edificio con incontables pasillos y calles sinuosas abriéndose unos a otras, que parecía no tener principio ni final. Dédalo lo construyó para el rey Minos, pero tras ello perdió el favor del rey y fue encerrado con su hijo Ícaro en una torre. El rey Minos quería el laberinto para encerrar en él al Minotauro, el hijo de su esposa Pasífae. Poseidón había maldecido a Pasífae y Dédalo le construyó una vaca de madera hueca para que pudiese aparearse con el Toro de Creta.

Muerte del hijo insensato:

Dédalo consiguió escapar de su prisión, su propio laberinto, pero no podía abandonar la isla por mar, ya que el rey mantenía una estrecha vigilancia sobre todos los veleros y no permitía que ninguno navegase sin ser cuidadosamente registrado. Dado que Minos controlaba la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar para fabricar unas alas para él y su joven hijo Ícaro. 
Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se elevó en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar.
Pasaron Samos, Delos y Lebintos, y entonces el muchacho entusiasmado empezó a subir cada vez más. El ardiente sol derritió la cera que mantenía unidas las plumas y éstas se despegaron. Ícaro entonces cayó a las aguas del mar, donde murió ahogado. Su padre lloró y, lamentando amargamente sus artes, llamó a la tierra cercana al lugar dónde Ícaro había caído Icaria, en memoria de su hijo. Dédalo llegó sano y salvo a Sicilia bajo el cuidado del rey Cócalo, donde construyó un templo a Apolo en el que colgó sus alas como ofrenda al dios.



1 comentario:

  1. Con este mito he podido verificar que la vida te da la sabiduría.
    Dédalo era un gran inventor y su ego lo lleva a creerse perfecto en este aspecto, por lo tanto no aceptó que hubiera alguien que lo superara o le hiciera competencia.
    Cuando ve que su sobrino lo estaba alcanzando, cegado por los celos trata de matarlo.
    Esto me da a entender que está bien ser bueno en algo y estar orgulloso de ello, pero no debes dejar que tu orgullo te nuble la vista.
    Cuando el hijo de Dédalo cae a las aguas es el perfecto ejemplo de la impulsividad
    que caracteriza a los adolescentes.
    A pesar de haber sido advertido por su padre, al final su insensatez lo lleva a desobedecerle y perder su vida.
    La vida te brinda sabiduría y los jóvenes deberíamos seguir los consejos de los que la han vivido más.

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